Defensa común de la UE en primer plano, Sanidad avanzando con sigilo: el doble foco del TTIS de marzo

Defensa común de la UE en primer plano, Sanidad avanzando con sigilo: el doble foco del TTIS de marzo
Comprender la sociedad en la que vivimos es un ejercicio tan fascinante como necesario. ¿Qué temas preocupan a los ciudadanos?, ¿qué factores moldean la percepción de la realidad?, ¿cómo se traducen esas preocupaciones en el debate político y en las decisiones cotidianas? Son preguntas que no tienen respuestas únicas, pero sí pistas que nos permiten analizar tendencias y anticipar posibles escenarios.
Uno de los termómetros más valiosos para esta tarea es el barómetro del CIS. Pese a las polémicas sobre sus proyecciones electorales, los datos en bruto que ofrece son un recurso imprescindible para entender el pulso social de España. En este TTIS de marzo, hemos diseccionado los resultados más relevantes para extraer las claves que definen el momento actual.
1. Europa en la encrucijada: la UE debe elegir su destino

Los españoles tienen claro que la tradicional relación entre EE.UU. y la UE ha cambiado para siempre. Nada menos que un 77% cree que el distanciamiento entre ambos bloques es irreversible, una percepción que ha aumentado tras la reelección de Donald Trump y su giro hacia el proteccionismo económico y la política de no intervención.
Este divorcio forzado coloca a la UE ante un dilema de fondo: o construye una estrategia de defensa autónoma o queda expuesta a amenazas externas sin un socio protector. La mayoría de los españoles ya ha tomado partido en este debate: un 75% considera que Europa debe reforzar su capacidad militar, y un 67,8% respalda la creación de un ejército comunitario. Sin embargo, sigue sin estar claro cómo se integraría esta fuerza dentro de la estructura de la OTAN ni cómo se repartirían los costes entre los Estados miembros.
La urgencia de contar con una defensa común se refuerza con otro dato significativo: el 58% de los encuestados cree que la UE no tiene hoy capacidad suficiente para afrontar una amenaza externa. Con la sombra de Rusia en el horizonte y la incertidumbre en el escenario global, parece cuestión de tiempo que esta cuestión gane aún más peso en la agenda europea.
2. Política estancada, crisis económica y sanidad en tensión

Si hay algo en lo que coinciden los españoles es en su desencanto con la política. La desafección política sigue siendo el problema número uno del país (36,3%). Sin embargo, lo más significativo es el salto que ha dado la sanidad en la lista de preocupaciones: ya es el segundo problema personal más relevante (28,9%) y avanza con rapidez en la percepción social. La falta de inversión, el colapso de la atención primaria y las listas de espera están llevando este tema al centro del debate.
Por otro lado, la economía sigue siendo el principal quebradero de cabeza en el ámbito personal (30,9%). El vínculo entre la crisis económica y la vivienda es cada vez más evidente: el alto coste del alquiler y la compra de vivienda sigue siendo el mayor obstáculo financiero para muchas familias. Un 21,8% lo señala como su principal problema personal, reflejando que, aunque haya descendido ligeramente como preocupación nacional, sigue siendo un desafío estructural que condiciona la vida de millones de ciudadanos.
3. Inmigración y empleo: ¿los próximos grandes temas en agenda?

La inmigración se mantiene en torno al 20% como preocupación social, consolidando un suelo estable que puede fluctuar según la coyuntura política y los discursos mediáticos. A pesar de ello, sigue sin verse como un problema personal prioritario, lo que sugiere que España continúa siendo, en términos generales, una sociedad abierta y sin conflictos graves de convivencia.
Por otro lado, el empleo ha cambiado de rostro. Aunque el paro sigue preocupando a un 10% de los encuestados, el verdadero problema ya no es quedarse sin trabajo, sino la precariedad de las condiciones laborales. Un 17,8% señala la calidad del empleo como su principal preocupación personal, lo que pone sobre la mesa cuestiones como los bajos salarios, la pérdida de poder adquisitivo, la falta de conciliación y el burnout. Si esta tendencia continúa, es muy probable que el futuro del empleo y las condiciones en las que se desarrolla el trabajo se conviertan en un tema central en los próximos meses.
4. ¿Dos Españas? Las diferencias políticas y las preocupaciones comunes

La polarización política es una realidad innegable, pero también lo es que existen preocupaciones que unen a la ciudadanía más allá de su ideología. Tanto la izquierda como la derecha señalan la desafección política como el principal problema del país (41,1% y 28,4% respectivamente). Sin embargo, la diferencia surge en el diagnóstico de los problemas nacionales: mientras que la izquierda prioriza la vivienda y la crisis económica, la derecha pone el foco en la inmigración y la gestión del Gobierno a la hora de enumerar los principales problemas de España.
A nivel personal, las diferencias se reducen. La sanidad, la crisis económica y la vivienda son las principales preocupaciones de todos los españoles, independientemente de su tendencia política. Sin embargo, aparecen matices significativos: la izquierda tiende a preocuparse más por la educación y el cambio climático, mientras que en la derecha emergen temas como la inmigración y la presión fiscal. Estos datos reflejan que, aunque la política divida, la vida cotidiana y sus desafíos terminan por unir a la ciudadanía en preocupaciones compartidas.
5. Conclusiones: un país en estado de espera

Los datos del CIS de marzo revelan una España atrapada en la incertidumbre. La política sigue sin ofrecer respuestas a las preocupaciones ciudadanas, la economía sigue pesando en la vida de las personas y problemas como la sanidad y la calidad del empleo están escalando con rapidez en la agenda pública.
La ruptura entre EE.UU. y la UE es percibida como un hecho consumado, lo que refuerza el apoyo a una mayor autonomía europea en materia de defensa. Sin embargo, la falta de consenso sobre cómo materializar esta independencia genera dudas sobre la capacidad de la UE para afrontar este reto.
En el ámbito interno, la vivienda y la precariedad laboral siguen siendo los principales factores de estrés económico para los españoles. La sanidad, por su parte, ha dado un salto en la lista de preocupaciones y apunta a convertirse en uno de los grandes temas del debate público en los próximos meses.
Más allá de la polarización política, los problemas del día a día son los que realmente marcan la vida de las personas. Si la política no ofrece soluciones efectivas, el desencanto ciudadano puede seguir creciendo y abrir la puerta a nuevos liderazgos y actores políticos. En este contexto, la clave para entender el futuro está en observar no solo lo que preocupa hoy, sino lo que puede convertirse en un problema aún mayor mañana.
Hasta aquí las principales claves de nuestro TTIS de marzo. Podéis acceder al informe completo solicitándolo en: ismael.garcia@tandemthinking.es